lunes, 23 de abril de 2012

Un oásis y un desierto en medio de una ciudad.

El oásis en el desierto en el que se encuentra ahora mi vida, aquel que se confunde muchas veces antes con algo parecido, pero que nunca lo es. 

Miles de veces corrí hacia lo lejos creyendo
que lo había encontrado, pero no... 

Solo eran espejismos efímeros, imaginaciones mías
 de otras tantas.

 Y del suelo salió un escorpión del que desconfiaba 
y al que le tenía mucho miedo,
 el cual me acabó conduciendo al oásis 
en el que me encuentro ahora.

 Sigo estando en el desierto,
 pero he encontrado algo de sombra y agua
al escorpión me lo he acabado comiendo 
para tenerlo bien dentro.

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